Tanto profesionales como empresarios, tenemos
características muy pragmáticas, tendemos a no poner mucho interés en las cosas
que no entendemos como “bajarlas a tierra”. Un refrán utilizado es: “Lo que no
se puede medir, no existe”. Quizás por estas razones, la cultura no tiene gran
presencia en la “agenda diaria” de reuniones de directorio y alta gerencia.
Las empresas de alguna manera hablan de
cultura, principalmente cuando realizamos planes estratégicos con consultoras,
pero, aún no es algo con lo que tratemos muy a menudo. Tendemos a relacionar problemas
de resultado con cosas directas como ventas, costos y/o gastos, pero ¿qué pasa
con la cultura? Sería extraño el caso de buscar por ahí el crecimiento de la
empresa o la solución a una crisis.
La forma en la que nos relacionamos con la
“cultura empresarial” es cuando desarrollamos un plan estratégico, donde
definimos el propósito de la empresa y lo que conocemos como sus “valores”. Cuando
nos definimos por nuestros valores, incorporamos las cualidades positivas que
admiramos, como la honestidad, proactividad, trabajo en equipo, la disciplina,
etc. Esto tiende a aparecer en el sitio web de la empresa o en un cuadro de la sala
de reuniones y rara vez aplica al día a día. Dicho esto, ¿qué podemos hacer
entonces?
Con mucha humildad, compartiré de forma clara
y ejemplificada (no académica), desde mi experiencia, como se podría
implementar una cultura que se ajuste a los objetivos de la empresa. Para exponer, ilustraremos dos empresas
diferentes “Empresa A y Empresa B”.
Definiremos el posicionamiento estratégico de
una empresa en función a los rubros en los que operan, utilizando tres divisiones:
Estrategia General, Tecnología y Personas. Una vez definida la
estrategia, definimos la cultura que fomentara la operatividad de esa
estrategia. Finalmente, utilizaremos "rituales" (procesos) que hará
que la implementación de la cultura empresarial sea "práctica".
Empresa A
1. 1. Estrategia General: Ser
una empresa enfocada al mercado B2C (consumidor final) en bazar.
Reconocida por la atención
personalizada y por el trato directo con los dueños.
Ser expertos en el segmento de adultos
y adultos mayores.
1.1 Tecnología:
Contar con softwares claros de control de gestión e inventario, que no
obstaculice la relación cara a cara con el cliente.
1.2 Personas:
Valoramos las personas estables, conservadoras, con años dentro de la compañía
y una fina atención al cliente.
2. 2. Declaración Cultural: Queremos
ser una empresa que atiende a los clientes con amabilidad y cordialidad. Las
personas con mucha antigüedad son valoradas por los clientes adultos y adultos
mayores.
3. 3.Rituales potenciadores de la cultura:
Identificamos tres palabras claves a potenciar culturalmente: Foco en el
cliente, Amabilidad y Cordialidad, Antigüedad (estabilidad)
3.1 Foco
en el cliente: Cada vez que un cliente entra a nuestra empresa le preguntamos
su nombre, y si es cliente habitual le llamamos por su nombre.
3.2 Amabilidad
y Cordialidad: Dentro de nuestro procedimiento, realizamos capacitaciones
mensuales para todo el personal en ATC.
Como regla fundamental, damos la bienvenida a cada cliente que
ingresa a la empresa y deseamos un buen resto de jornada al finalizar la
visita.
Brindar café o agua a los adultos y caramelos/frutas a los niños. Esta
es una regla que se aplica a todos, desde el guardia de seguridad hasta el
contador de la compañía.
3.3 Antigüedad:
Celebramos el aniversario de cada colaborador.
Fomentamos aumentos salariales por cada año cumplido por los
colaboradores en la empresa.
Publicamos entrevistas en redes sociales y entregamos diplomas a las
personas que cumplen años en la compañía.
Empresa B
1. 1. Estrategia General:
Ser el retail número uno en e-commerce, con altas y avanzadas tecnologías,
evitando así al máximo el contacto humano. Ser un referente para los jóvenes de
la generación virtual.
1.1 Tecnología:
Lo más innovador del mundo del retail debe estar en nuestro país a través de
nuestra empresa.
1.2 Personas:
Valoramos a jóvenes que tienen su primer empleo en nuestra empresa, nativos
tecnológicos, con alta conciencia social y ambiental.
2. 2. Declaración Cultural:
Somos una empresa que valora el liderazgo horizontal. La igualdad y el impacto
ambiental son nuestras banderas. Buscamos ser la plataforma donde jóvenes
comiencen sus carreras sólidas y consientes del mundo globalizado. Motivamos la
innovación constante, en todos nuestros procesos internos y externos. Creemos
en un ambiente abierto, informal y descontracturado, donde las ideas se
potencian.
3. 3. Rituales potenciadores de la cultura:
Identificamos tres palabras claves a potenciar culturalmente: Igualdad e
horizontalidad, Innovación constante, Ambiente informal y descontracturado.
3.1 Igualdad
e horizontalidad: No utilizamos el usted, sino el voceo en nuestro día a día.
Cada persona tiene autonomía por su presupuesto anual, sin
necesidad de pedir autorización posterior a la definición del presupuesto anual.
Los colaboradores disponen de sus horarios, no hay relojes
marcadores.
3.2 Innovación
constante: Existen competencias mensuales de innovación de procesos y una
competencia anual con una gran ceremonia de entrega de premio con la prensa
incluida en un lugar externo a las oficinas.
El error por innovación no está mal visto, por el contrario, está
permitido dentro de un margen presupuestado.
Nuestros colaboradores tienen tres capacitaciones tecnológicas al
año 100% pagas por la empresa.
3.3 Ambiente
informal y descontracturado: El uniforme es libre, en la empresa todos los días
es Friday.
Nuestras oficinas no tienen divisiones ni puertas, podemos hablar
con todos cuando necesitemos.
Fomentamos y costeamos el tereré y el café en todos los niveles.
Una vez al mes la empresa paga un after en un local elegido por el
comité.
Conclusiones de las Empresas A y B.
Dos empresas totalmente distintas en sus
objetivos y por ende en sus “culturas empresariales necesarias”.
Primeramente, una empresa que necesitaba ser
conservadora y anclar en una conducta tradicional su cultural empresarial.
En el segundo ejemplo, una empresa de mucha
tecnología que buscaba gente innovadora y disruptiva.
Imaginemos con qué cultura nos identificamos
desde nuestro “gusto”, si es con la Empresa A y nos toca dirigir la Empresa B,
aplicando la cultura que es de nuestro agrado, ignorando la lectura estratégica
con el alineamiento cultural, podemos causar daño a la empresa. El mismo
ejemplo podemos aplicar en el caso contrario.
La cultura no busca vender un modelo enlatado,
ni vender una cultura buena o mala. En este artículo queremos remarcar dos
cosas:
1) 1) La importancia de alinear al objetivo
estratégico de la empresa, hacer de la cultura un medio para hacer práctica la realización
de esa estrategia.
2) 2) Bajar a tierra esa cultura previamente
alineada, hacerla práctica a través de procesos claros, medibles y auditables
(rituales)
En los kpis o sistemas de premiación debe
haber un indicador ligado a la cultura, es importante que este ligado a los
premios económicos de los colaboradores.
Las empresas son organizaciones, por lo tanto,
están compuestas por personas, si no comprendemos los comportamientos de las
mismas, podemos llevarnos algunas frustraciones (Frustraciones: imposibilidad
de satisfacer una necesidad o un deseo).
“La
cultura es aquel hábito conductual que lleva a las personas a la realización
sostenible de un propósito” Salim Salemma.