“El cocido y el café” La paraguayización de las tendencias internacionales.
Su infinitivo es “paraguayizar”, no existe en la RAE, pero hace referencia al arte de hacer las tendencias internacionales, paraguayas, haciéndolas culturalmente aplicables a nuestro mercado. Este término lo escuché por primera vez de mi gran mentor, de quien he aprendido mucho, Don Elzear Salemma. Él siempre destacó la importancia de viajar. Viajo a los EE. UU., Europa y principalmente al Brasil. Estos mercados más desarrollados que el nuestro, guiaron al desarrollo de sus empresas con nuevas tendencias en cuanto a modelos de gestión, tecnología, lay out, maquinarias, etc.
Salemma &
Cía., fundada el 11 de octubre de 1979 por Don Salemma, uno de los primeros
empresarios del país en poseer fax, luego el mail, celular (incluso antes, agenda
electrónica), softwares de retails y más. Siempre con una nueva tendencia en
los modelos de liderazgo. Recuerdo a un consultor americano con el que trabajamos
en los años 90 que nos enseñó mucho. Don Elzear siempre destacó algo
fundamental para que esos avances fueran efectivos en nuestro país, había que “paraguayizarlos”,
esta fórmula le dio un gran resultado en su carrera empresarial.
El café llegó
a las oficinas corporativas paraguayas en las últimas décadas. Yo soy un gran aficionado
del café, desde las cápsulas para máquinas,
café cebado, café nacional, café árabe con cardamomo, colombiano de
especialidad, brasileño, italiano y el infaltable café instantáneo batido. Todo
lo que representa un café hoy es asombroso, las charlas, negocios, amistad. Pero, ¿cuán autóctono es el café en el
Paraguay? Profundicemos en la historia del café, en esta tierra bendita.
La palabra
café tiene origen árabe, “Qahhwat Al-Bun”, significa “vino del grano” o
“revitalizante”, después los turcos le llamaron “kahve”, esta ya es mucho más
parecida a “café”.
El Gral.
Bernardino Caballero quien se dice era devoto del café, probablemente conoció el
café brasileño mientras vivía en Río de Janeiro
(llevado prisionero después de la Guerra Grande). En el año 1881, crea
la primera plantación de café en la ciudad de Altos, de la mano de colonos
alemanes, con semillas traídas del Brasil (hoy primer exportador de café del
mundo). En la década 70 (siglo XX), las exportaciones de café tuvieron un
ligero auge, pero la producción cafetalera del país no pudo consolidarse por
diversas razones.
En cuanto al
consumo, en la década del 40 (siglo XX) llega a Asunción la primera cafetería,
de la mano de inmigrantes italianos, se llamó “Sorocabana”, sobre la calle
Palma y trajo la primera máquina de café expreso. Años después vendrían otras cafeterías,
Café Capri, también el Café Brasil que tenía una barra muy característica, que
según recuerdan nuestros mayores, era el punto de encuentro de los caballeros
del centro de la bella Asunción.
El consumo
masivo comenzó en el Paraguay en las últimas décadas, muy concentrado en el
café instantáneo. La creencia más lógica
es que Paraguay no consume mucho café debido al clima cálido, pero esta teoría
es debatible si comparamos con el consumo de café en países cálidos como Brasil
o Colombia. Si consideramos el factor clima, el cocido paraguayo tendría el mismo destino. Sin embargo, el
cocido es consumido desde tiempos inmemorables, producido a base de Yerba mate,
materia prima producida por el Paraguay desde la colonia española y quizá desde
antes de la misma.
Sostengo la hipótesis
de que la falta de cultura de consumo del café se debe a una cuestión de materia prima autóctona, pero, soy
consciente de que esta no es la única razón.
El cocido es
parte del día a día de los paraguayos, población originalmente agraria. Hoy el
60% del país está urbanizado, destacando que la generación que nació en la
ciudad es reducida y si hablamos de la segunda generación nacida en zona urbana
no llegamos al 30%. La bebida que resonó es el “teté”, que tiene gran cantidad
de leche y un poco de cocido y que se ha adaptado muy bien al café instantáneo, gran cantidad de leche y un toque
de café. Se consume principalmente por la mañana, con algún panificado triturado (rosquita, coquito o galleta) dentro,
y en una taza bien grande.
Tal vez, la
paraguayización “masiva” del café se dio a través del teté, que fue la entrada
a la relación que el café instantáneo encontró en nuestra cultura. Hoy se ve
café instantáneo en hogares del campo donde antes la gente solo bebía cocido.
Hoy, café y cocido coexisten en los hogares más remotos del Paraguay y en las más
finas cafeterías de la zona corporativa de Asunción.
Peter Drucker
nos decía: “La cultura se come en el desayuno a la estrategia”, si no tenemos
esto en cuenta podemos perder efectividad en la implementación de las
tendencias.
En un primer
ejemplo, un amigo mío,
Gerente de Tecnología de una gran empresa, fue a los EE. UU., a un congreso de tecnología
y una consultora le había sugerido una adecuación tecnológica que era lo último
para su campo, con una inversión de millones de dólares. Este gran profesional
realizó un plan de implementación de las realidades del mercado nacional,
tomaría varios meses, pero lo haría con 30% del presupuesto inicial
norteamericano, mano de obra disponible y capacitada en el país. Él paraguayizo
la innovación, garantizo la realización de la misma y ahorro millones de dólares
para la organización donde trabajaba.
El segundo
ejemplo, cuando abrí mi
emprendimiento familiar, Chikis juguetería, me sucedió lo siguiente. Siempre admiré
los negocios brasileños y el café de gentileza que invitan. Lo primero que hice,
con mucho cariño, fue comprar mesas para el café, termos que conservaban el
café por 12 h y unas tacitas preciosas. Insistí meses con el equipo para tener
café caliente en los termos. Los clientes agradecían el gesto, pero sugerían
que invitemos jugo u otra bebida. Al final, acepte que quería implementar algo sin
antes paraguayizar una costumbre que no es nuestra. Hoy ya no servimos café.
Tercer
ejemplo, actualmente está
en auge el modelo de gestión de liderazgos horizontales, modelo con el que soy
a fin. Esto incluye una toma de decisiones más democrática y la participación
de los líderes en la toma de decisiones.
Estaba en la
realización de un proyecto de innovación en una empresa y teníamos un comité de
trabajo formado por varias áreas, yo insistía en que participen, opinen, e
innovemos juntos. Note un clima incómodo y pregunte qué sucedía, uno me dijo: “Sr.,
nosotros estamos para que nos diga que hacer, no para que pregunte que idea nos
gustaría sumar y que pensamos, nos confunde más con esa pregunta”.
Mi intención
era todo lo contrario, con la situación aprendí que se puede implementar ese liderazgo,
pero primero se debe preparar culturalmente al equipo para implementarlo.
Nuestra cultura no es mejor ni peor que otras, simplemente es nuestra y
requiere respeto.
En un mundo globalizado, debemos estar en la vanguardia de las innovaciones, sin
olvidar el arte de “paraguayizar” a nuestra cultura esas tendencias.
El arte está
en encontrar ese “teté” que unió el consumo del café a una cultura de consumo
de cocido. Hoy podemos disfrutar de los más sabrosos cafés, pero no olvidemos
el cocido.
Innovadores y
vanguardistas, pero con el sello paraguayo.
El más sabroso
café con el mejor cocido del mundo.
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Salim Salemma
- Salim Salemma
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